Rondando la tarde negra
con la guadaña en tu mano
quieres vencer a Jesús
y reinar en su calvario.
Mas no puedes, condenada,
y en el orbe te has sentado
meditando sin conciencia
con ese vacío cráneo.
No te olvides que Sevilla
aunque luches con su amado
te tendrá siempre un lugar
en le tarde de este Sábado.
Aunque vaya nuestra Cruz
con tu muerte y el pecado,
siempre serás la pelona
de los huesos nacarados
y el susto de los dormidos
y el eco de nuestro llanto
y el susurro de la brisa
al pasar por tu quebranto
de huesos sin carne viva
avivados sobre el paso.
Y los cardos y la yedra
que trepando hasta el sudario
jamás podrán alcanzar
la cruz del Crucificado.
Canina de San Gregorio,
niña cansada pensando,
Reina del inframundo
y Señora del Diablo.
Y oscuridad de rincones
y sombra de lo más santo
y estrechura de callejas
y grito en tu pecho ahogado
a las calles de Sevilla
que dice con voz de mando:
¡Que después de nuestra lucha
la muerte se ha resignado,
la esperanza ya perdura
y Jesús me ha derrotado!
1 comentario:
Saludos caninos
Muchas gracias por esta poesia de mi Niña de San Gregorio
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